Juan Carlos Bustinza – OULU

Como Un Diente De León – Finlandia

CFGS Asistencia a la Dirección

Imaginarme ver la blancura extrema, sentir el frio casi extremo y vivir de cerca un estilo de vida acostumbrada a todo ello, me emocionaba e intrigaba al mismo tiempo. 

Fueron casi 4 meses que tuve la dicha de poder estar en esta ciudad, y fue uno de los mejores momentos, sin duda, el poder ver la trasformación de los días, de las semanas y los meses. 

El frío de marzo fue el mas intenso que sentí, cada mañana al caminar se sentía el frio aroma del inverno, cálido al comienzo, intenso a los 5 min. Era como un rugido de león, te golpeaba con fuerza pero nunca lo odiabas, al menos así lo vivía yo, sumado a ello estaba la nieve, la del día anterior que permanecía cubriendo y protegiendo en algunos casos, la blanca y silenciosa ciudad y la nueva nieve,  que caía como lluvia de verano, la que aunque se podía predecir, no se sabía que forma tendría, la que renovaba y refrescaba cada momento  del día y la que te recordaba que el en el norte , el frio no se olvida. 

Pero fueron 2 semanas de tranquilidad a mediados de abril, que parecía que el salvaje animal de la naturaleza estaba calmado, pareciese tomarse un descanso. En ese momento se pudo ver por algunos días, lo que el manto blanco escondía desde el inicio de su invierno. Como brotes de alubias queriendo emerger, se veían pequeños racimos de un nuevo color, el verde invernal. Y es lo más cerca de lo que puedo describir ese nuevo verde para mí, pero me hacía imaginar en los muchos más que podrían surgir. 

Brotes y pequeñas hojas que clamaban libertad o simplemente visibilidad, pero cada día eso pequeños vistazos eran silenciados por copos de nieve que, aunque trate de coger uno, solo pude coger dientes de león. Para mi eran muy parecidos, pequeñas formas perfectas blancas que impredeciblemente caían del cielo y formaban sabanas blancas por todas partes. Es ahí cuando sin darme cuenta ya era primavera o como seria, el pre-verano de 2. Bienvenido mayo. 

Solo 2, que podrían ser horas, días o muy optimistas semanas. Tiempo permitido si existiera para la primavera. Adiós león invernal se pensaría, pero como el clima en Finlandia, ese rugido potente de fuertes vientos cortantes por el frío, más el abrazante despliegue de nieve y el frío, se atenuaron y un cambio de sabanas, el extravagante blanco nieve paso a ser el suave y cálido blanco diente de león.